30 sep 01 oct 2024 30 sep 01 okt
Memorias
Erinnerungen

9.º Encuentro hispano-alemán de cultura 9. Deutsch-Spanische Kulturbegegnung

Declaración

La cultura de la memoria en transformación

En los últimos años, la cultura de la memoria se ha convertido en un terreno disputado. No sorprende, ya que la cuestión de cómo una sociedad interpreta su pasado en el presente, negocia a su vez y significativamente quién forma parte de la sociedad y sienta las bases para las visiones de futuro.

España y Alemania tienen puntos de partida complejos en este sentido: Ambas naciones han atravesado profundas experiencias con convulsiones políticas y dictaduras. Mientras que España fue marcada principalmente por la Guerra Civil y la dictadura franquista, Alemania se centra especialmente en la memoria histórica del nacionalsocialismo y el Holocausto. Además, ambos países comparten un pasado colonial en el que desempeñaron un papel decisivo en la explotación y el sometimiento de otros países. Esta producción racista del conocimiento continúa hasta el presente en ambas culturas y se manifiesta particularmente en estructuras racistas. Al mismo tiempo, la emigración y las experiencias de huida y guerra afectan  actualmente a una parte considerable de la población europea. Estas experiencias diversas configuran los ricos paisajes de la memoria histórica de las sociedades europeas.

En las últimas décadas, la política alemana de la memoria histórica ha servido principalmente para escenificar una narrativa unidimensional de las reparaciones que se han realizado desde Alemania. El publicista Max Czollek lo describe con gran acierto como "teatro de la reconciliación". Numerosas historias importantes quedan así sin contarse, aunque tienen una influencia decisiva en el presente de Alemania. Las más diversas biografías migratorias, lenguas, culturas, colores de piel, religiones, grupos de edad, clases sociales, identidades de género y personas con diferentes limitaciones físicas y capacidades, aportan un amplio abanico de perspectivas a la sociedad, que deben ser reconocidas, visibilizadas y reforzadas en una cultura de la memoria eficaz. Sin embargo, la actual cultura de la memoria en Alemania se caracteriza por mecanismos de exclusión y estructuras jerárquicas. Urge realizar cambios para acercarla a la realidad de la sociedad. La construcción de un Occidente judeocristiano o el cuestionamiento de la memoria del Holocausto son claros ejemplos de ello.

¿Cómo pueden reflejarse la dinámica y los cambios de la sociedad en la cultura de la memoria? ¿Cómo se pueden aunar las interdependencias históricas y actuales, como por ejemplo entre antisemitismo y racismo o entre el pasado colonial y el presente? Es de gran importancia garantizar que la conmemoración del Holocausto, como crimen central del siglo XX, siga constituyendo el eje central de una cultura de la memoria europea pluralista, y, al mismo tiempo, que las memorias de la huida, la expulsión, la violencia, la privación de derechos y la lucha por la supervivencia se tomen en serio como experiencias importantes de estos tiempos. Estas cuestiones se plantean en el contexto de un presente conformado por una multitud de crisis mundiales y en el que las democracias se enfrentan a un creciente giro a la derecha por parte de los partidos populistas.

Un aspecto importante del intercambio cultural hispano-alemán consiste en analizar las diferentes memorias en ambos países. No se trata sólo de los acontecimientos históricos en sí, sino también de cómo se procesan en la sociedad, la política y el arte. Esto permite reconocer similitudes y diferencias, aprender mutuamente y dar un nuevo impulso a la cultura de la memoria en España y en Alemania.

Hannan Salamat, 24.04.2024

Memorias, huellas y futuros

En el actual contexto de crisis múltiple, climática, económica, incluso de pérdida de confianza en algunos pilares de los sistemas democráticos, resulta necesario que desde el tejido cultural y artístico se hagan esfuerzos por pensar, debatir y tomar decisiones con cierta urgencia para afrontar los retos que vienen. En ese escenario urgente, puede parecer en punto utópico reclamar la dimensión de la memoria, que apela de modo directo al pasado, como un lugar desde el que preguntarnos por la posibilidad de construir futuros deseables de manera colectiva.

Como valor utópico a incluir en nuestras agendas de vida, la memoria adquiere un carácter múltiple. Para un futuro deseable se necesita que emerjan muchas memorias, con acentos, pieles y plumas diversas. Las memorias como espacio donde se forjan las narrativas históricas nutren los relatos oficiales, pero en ellas también residen las fuentes necesarias para las lecturas históricas a contrapelo. Alemania y España son países con amplia experiencia, muchas veces obtenida a la fuerza, de revisión y deconstrucción de relatos históricos surgidos en condiciones de opresión, de guerras y dictaduras en el siglo XX. El proyecto político del Tercer Reich y el Holocausto, por un lado, y La Guerra Civil y la dictadura franquista por el otro, son sin duda momentos cumbre en relación a las memorias como campo de batalla. Pero ambas naciones tienen una historia de muchos siglos como protagonistas de las dinámicas de expansión imperial y dominación colonial de pueblos, comunidades y naciones en América Latina, África y Asia, que no solo ha traído hasta el presente lógicas racistas, institucionales y cotidianas, sino desequilibrios históricos como resultado de la voracidad de recursos, mano de obra y extracción de materias primas puestas al servicio del desarrollo y el progreso de las dos metrópolis. Además, por la senda de las memorias diversas en ambos países se iluminan también las huellas de un pasado de dominación masculina, de ordenación social patriarcal dentro y fuera de los hogares, y de persecución y represión de la disidencia de género y sexual, derivada, entre otros lugares, del artículo 175 del código penal alemán, en vigor entre 1875 y 1994, o de la española Ley sobre peligrosidad y rehabilitación social de 1970, que no se derogó en su totalidad hasta 1995.

Mediante esta convocatoria se hace un llamamiento a las personas y colectivos que, desde distintas disciplinas y variedades expresivas, trabajen para hacer emerger las memorias diversas, que conforman nuestras identidades colectivas en la actualidad y conectan con los valores compartidos que, a través del tiempo, laten aún hoy en las sociedades alemana y española, y sirven de inspiración a la hora de imaginar futuros deseables. El objetivo de este llamamiento es expandir las potencialidades culturales y sociales de las memorias en nuestro presente, al menos en tres niveles: (1) aumentando el número de voces que hagan memoria  y contribuyan a visibilizar los matices y pliegues históricos en el ámbito alemán y español, desde rasgos diferenciales de raza, género, sexualidad o clase social; (2) identificando metodologías novedosas capaces de hacer emerger nuevas memorias que, como espectros de la historia, han pasado desapercibidas largo tiempo; y, por último, (3) dando a conocer ejemplos de activaciones de la memoria, dispositivos artísticos capaces de actualizar, conectar y dar sentido, a día de hoy a las intenciones y los valores que inspiraron y justificaron las experiencias pasadas.

Alberto Berzosa Camacho

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